La masacre en California
La Nación- edición impresa
Miércoles 04 de abril de 2012
Había sido expulsado de la universidad, donde se reían de él por sus dificultades con el inglés
OAKLAND, California.- One L. Goh tenía bronca acumulada. Mientras cursaba enfermería en una pequeña universidad de Oakland, California, su compañeros se burlaban de él por su dificultad para hablar en inglés. Después de unos meses, lo echaron de la institución por mala conducta. Anteayer esa ira explotó de la peor manera: volvió al establecimiento y mató a siete personas, a las que incluso obligó a alinearse contra la pared de un aula para luego fusilarlas.
Ayer, un día después de que esta nueva matanza despertara conmoción en Estados Unidos, se conocieron estremecedores detalles de la escena del horror que tuvo lugar anteayer por la mañana en la Universidad de Oikos.
Según relató del jefe policial del distrito, Howard Jordan, un hombre de origen surcoreano, de 43 años, llegó a la pequeña institución en busca de una empleada del sector administrativo. Como no la encontró, Goh agarró a una secretaria y la llevó a recorrer la universidad "disparando sistemáticamente y al azar a las víctimas''.
"¡Alguien tiene una pistola, corran!", fue el grito de alarma que impulsó a los cerca de 35 alumnos que merodeaban por los pasillos a salir de la universidad.
Sin embargo, la estudiante Debra Lee tardó unos segundos en notar que no se trataba de una broma. Nunca había imaginado que la pequeña universidad Oikos, que predica los "valores cristianos" entre un alumnado mayoritariamente asiático, sería blanco de un episodio de violencia de tal magnitud.
"Mi hermana me llamó mientras corría y me dijo que había recibido un disparo", contó a la prensa local Paul Singh, hermano de Dawinder Kaur, una estudiante de 17 años que recibió un tiro en el brazo durante la salvaje balacera de su ex compañero de clase.
A continuación, Goh, vestido con un uniforme camuflado, entró junto a la secretaria en una clase y pidió a los estudiantes que se formaran en fila contra la pared. Cuando algunos de ellos se negaron a hacerlo, comenzó el tiroteo.
Como consecuencia, la secretaria y seis estudiantes murieron. Cinco de ellos fallecieron en la universidad y los otros dos, en el hospital. Según el diario local Oakland Tribune, las víctimas son seis mujeres y un hombre de entre 20 y 40 años. Otras tres personas resultaron heridas.
"El escenario era extremadamente caótico", recordó Jordan tras su llegada al lugar, después de recibir una llamada de alerta al 911 a las 10.33 de la mañana. "Esta tragedia sin precedente es espeluznante y sin sentido'', agregó.
Después de la masacre, Goh se dirigió a un supermercado cercano a la universidad en donde, según los testigos, se movía tranquilo. Allí, les confesó a los encargados de seguridad que había disparado a un grupo de personas y que quería hablar con la policía. Poco después, fue detenido.
Según Jordan, el hombre cooperó con la policía, pero "no muestra ningún remordimiento" por lo que hizo. El jefe policial precisó que Goh había sido expulsado de la Universidad de Oikos por problemas de conducta y que guardaba rencor contra los administradores del establecimiento y varios compañeros por el modo en que lo habían tratado. Además, tenía deudas por miles de dólares en impuestos y había sufrido dos pérdidas familiares en el último año.
"Se rieron de él. Se burlaron de su falta de habilidad con el inglés -indicó Jordan a la cadena ABC-. Tenemos entendido que era un hombre muy caótico, calculador y decidido, que fue allí con la intención específica de matar gente."
Agencias DPA, AP y ANSA .
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