Dirección: Mario Goldenberg

Coordinación: Claudia Moggia


ESPACIO DE CONTENIDO LITERARIO


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viernes, 29 de mayo de 2009

El Liberal 29.5.09
Santiago
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MIRADA - Mario Goldenberg, del Observatorio Nacional que trata la problemática
“La violencia escolar es síntoma del malestar de la época en que vivimos”
Perspectiva. El especialista sostuvo que la agresión en las aulas es el reflejo de la sociedad, pero aclaró que tiene particularidades propias. Dice que la escuela se ha vuelto más importante que la familia y que hay que buscar cómo canalizar la violencia.
Mario Goldenberg es psicoanalista, docente e investigador, y en la actualidad integra el Consejo Asesor del Observatorio Argentino de Violencia en las Escuelas del Ministerio de Educación de la Nación, junto a profesionales de otras áreas. Antes de ofrecer esta tarde una conferencia en la Universidad Nacional de Santiago del Estero (Unse) habló con EL LIBERAL respecto de esta problemática urgente, que requiere el compromiso de toda la sociedad. Últimamente ha empezado a decirse que la violencia escolar no empieza en la escuela, sino que es algo que viene de afuera y repercute en la institución ¿Esto es así? Hay cuestiones particulares y generales. En la actualidad, la autoridad del docente ha declinado, pero también la de los padres, la de los políticos y la de los médicos. Esto es un problema social que se refleja en la escuela. Pero hay una particularidad, que es que la escuela es el lugar donde se intenta transmitir ideales en ciertas cuestiones éticas. En la actualidad, es quizás un lugar más importante que la familia misma, porque por ahí, en su casa, los padres no están nunca y es en la escuela donde socializan e interactúan con los adultos que los forman. Pero en vez de ser un lugar donde se pueda trasmitir un modo de convivencia, aparece la ruptura. ¿Qué otros factores inciden aparte del problema de la autoridad? La violencia se ha constituido en un tema mediático por lo espectacular de ciertos episodios que de vez en cuando ocurren, como la masacre de Virginia Tech o el caso de Carmen de Patagones. Hay un episodio que sucedió en Rosario, en una escuela técnica, donde los alumnos rompieron todo en el aula, lo filmaron y subieron el vídeo a youtube. Es un caso en el que no hay ninguna protesta y el objetivo es divertirse. Creo que hay mucho de eso. Ahí hay que pensar qué lugar tiene el prójimo y cada sujeto. ¿Qué soluciones posibles se ven a este tema desde el Observatorio de Violencia Escolar? Hay una cuestión importante que son los códigos de convivencia. La idea es que en cada escuela se pueda constituir un código o un reglamento, pero que incluya a toda la comunidad, a docentes, no docentes, padres y alumnos. He visto códigos de convivencia y reglamentos y, evidentemente, hay que trabajar para mejorarlos, porque de lo que se trata es de organizarse y no de castigar.
La conferencia de Goldenberg tendrá lugar hoy, desde las 20, en el aula 19 de la Facultad de Humanidades de la Unse.

domingo, 24 de mayo de 2009



.Editorial

La escuela y la paternidad responsable
La violencia escolar es motivo de permanente preocupación. De allí que sean positivas las iniciativas tendientes a establecer la responsabilidad paterna en los hechos que provoquen sus hijos en la escuela. Los mayores no pueden eludir su responsabilidad.

sábado, 23 de mayo de 2009

La situación planteada con motivo de los actos de violencia -moral y física- que se producen en los colegios, ha sido motivo de preocupación de la sociedad y ha alcanzado también a los niveles de Gobierno y Legislatura.

Es coherente la intención de las autoridades escolares de establecer, entre las prioridades, la contención del chico en el colegio, pero se han dado casos en que la gravedad de la situación ameritaba otro tipo de medidas, como el cambio de turno o de establecimiento.

En ese marco, resulta interesante la intención de establecer medidas correctivas que alcancen también a los progenitores, con el objetivo de que se conforme una idea de paternidad responsable, que tenga incidencia en el ámbito de la educación.

Según se ha informado, en la Legislatura provincial se está trabajando en una ley provincial de Convivencia Escolar, que definiría sanciones para los alumnos y también para los padres, en los casos de chicos con problemas en el colegio. De concretarse tal iniciativa, nuestra provincia sería la tercera en el país en contar con una norma legal de este tipo, después de Río Negro y Buenos Aires.

Esa ley de convivencia tiene directa relación con otra, calificada de “paternidad responsable”, destinada a evitar que los niños abandonen los estudios antes de cumplir con los niveles obligatorios, es decir el ciclo secundario, de acuerdo con lo determinado por la nueva ley de educación nacional.

El tema de la violencia escolar ha sido abordado en numerosas oportunidades, tanto desde el Gobierno como desde el ámbito legislativo. Se anunció en su oportunidad desde el Poder Ejecutivo que podría implementarse la incorporación de la figura del auxiliar docente en el grado, lo que de hecho significaba un segundo maestro en el aula, para un mejor control de los alumnos.

Mientras, en la Legislatura se presentó un proyecto que propone la creación de un programa integrado de reducción de conductas violentas e inclusión de jóvenes en el sistema educativo, que tiene por objetivo recuperar la paz en el ámbito escolar, reduciendo las causas de violencia. En esencia, se busca incluir a los jóvenes en forma permanente e ininterrumpida en el sistema escolar.

Si nos atenemos al texto de las iniciativas parlamentarias, no quedan dudas de que la propuesta actual, tendiente a mejorar la convivencia y a impulsar la paternidad responsable se adapta más a las necesidades educacionales.

Porque se alude directamente a los deberes del padre, o tutor, respecto de los hechos ilícitos realizados por sus hijos, donde se incluyen agresiones y deterioros voluntarios de los bienes materiales de las escuelas públicas y otorga facultades al juez para ponderar la falta cometida y la cuantía de la pena a aplicar.

Fija también que, en casos de reincidencia, la pena para el adulto podría alcanzar la multa, el arresto o la pérdida de los beneficios económico-sociales en caso de que los reciba.

También se impone a los padres la obligación de acudir al colegio cuando sean convocados y plantea “cambios de escenarios” (cambio de turno, de curso y hasta de escuelas) en los casos de que los alumnos hubieran cometido faltas graves, como portar armas, drogas o protagonizar hechos violentos.

Las normas legales tienden -positivamente- a recuperar el concepto de la responsabilidad de los padres, una responsabilidad que debería surgir, naturalmente, desde la misma concepción.

Es necesario marcar a fuego el concepto de que somos los mayores quienes construimos la sociedad y los responsables directos del futuro que vivirán nuestros hijos.

En cuanto a la recuperación de la autoridad en el aula por parte del docente, el concepto básico es que la autoridad se gana, no se impone.

En ese aspecto, el maestro suele ser el eslabón más débil de la cadena, porque muchas veces su autoridad se ve avasallada por directivos, supervisores y funcionarios que suelen priorizar la contención del alumno o la flexibilización de las normas educativas, con el solo objetivo de que los números “cierren” respecto de los resultados de la currícula escolar.

viernes, 22 de mayo de 2009

Los jóvenes de Gus Van Sant

Paranoid Park



El 20 de abril de 1999 dos jóvenes armados hasta los dientes se “pasearon”por el instituto de Columbine dejando a su paso trece muertos y veinticuatro heridos para luego acabar suicidándose. Este terrible suceso que conmovió a medio mundo sirvió como punto de partida para el documental “Bowling for Columbine” (2002) de Michael Moore en el que excéntrico director intentaba diseccionar las causas de dicha masacre.

Un año después Gus Van Sant se llevaba la Palma de Oro en el Festival de Cannes por su película “Elephant” en la que, tomando como leiv-motiv los hechos de Columbine, no sólo intentaba diseccionar el porqué del auge de la violencia en los centros educativos, sino también elaborar un crítico retrato de la juventud americana adentrándose en un instituto y compartiendo un día con los estudiantes. Allí no sólo nos encontramos a unos alumnos obsesionados con la violencia y las armas y rechazados por su compañeros, sino que también contemplábamos el enfermizo culto al cuerpo de unas chicas que vomitaban después de comer o asistíamos a la marginación que sufren algunos jóvenes.

Interesado, en muchas ocasiones, por el mundo de los jóvenes (recordemos algunos ejemplos como “Mi Idaho privado”, 1991 o “El indomable Will Hunting”, 1997), Van Sant vuelve a él en “Paranoid Park” (2007), su última película. En ella, el director americano regresa a un instituto para contarnos la historia de otro joven, Alex.

Alex es un chico de 17 años que está siendo testigo (casi mudo) de la separación de sus padres (resulta revelador que apenas veamos los rostros de sus progenitores a modo de recurso fílmico para subrayar la escasa importancia que éstos tienen en la existencia de su hijo y la evidente falta de comunicación y confianza existente entre ellos). Su vida diaria se reduce a acudir al instituto, verse con su novia Jennifer (una clon de Avril Lavigne sólo preocupada por perder la virginidad) y formar parte de un grupo de skaters entre los que destaca su amigo Jared. Apocado, sin apenas sonreír, inexpresivo, solitario, taciturno y dejándose llevar por la corriente, Alex se desliza por la vida como si nada le afectara o le importara realmente hasta que, junto con Jared, descubren el Paranoid Park: un parque-ghetto de Portland construido de forma ilegal por skaters.Una noche acude al parque y conoce a un grupo de jóvenes. Uno de ellos lo convence para bajar hasta las vías de una estación cercana y subirse en un tren de mercancías, pero un vigilante les descubre e intenta agredirles, agresión de la que Alex se defiende provocando que esa línea plana que representaba su rutina se vea alterada, puesto que el guarda muere accidentalmente.

Sin embargo su manifiesta incomunicación le impide confesar ese hecho aciago y volverá a encerrarse en su mundo errático (a destacar cómo es capaz de eludir, sin pestañear, las pesquisas del detective Lu) hasta que la culpa y los remordimientos encuentren un cauce que le libere: escribir lo sucedido tal y como su amiga Macy le recomienda. A modo de flashbacks vamos conociendo por qué y cómo ocurre todo a través de un diario en el que Alex expía su culpa para luego acabar siendo pasto de las llamas a modo de catársis. Y así nos paseamos por un Portland habitualmente oscurecido por la lluvia, nos subimos en un skate para realizar piruetas imposibles o asistimos la magnífica escena en la que Alex deja a su novia y en la que no oímos qué se dicen (no hace ninguna falta) mientras suena una de esas maravillas que Nino Rota compuso para “Amarcord” (1973) del maestro Fellini.

En “Paranoid Park” (no confundir con “Ken Park” del provocador director Larry Clark, 2002) Van Sant vuelve a realizar un retrato (evitando los juicios de valor) de una juventud algo autómata (incluso “idiotizada”) que tiene como abanderado a un joven al que terminamos viendo más como una víctima que como un verdugo.

Gus Van Sant aprovecha un extraño incidente para realizar un tratado sobre la culpa, un acercamiento a los demonios que encierra una persona cuando comete un delito. Utiliza los silencios, una infinidad de primeros planos y una música desconcertante para crear una atmósfera gélida bien soportada por Gabe Nevins, un desconocido y joven actor que firma un trabajo más que notable teniendo en cuenta que soporta todo el peso de la película.


Las escuelas limitan el nuevo look de las tribus urbanas

Directivos y adolescentes negocian el uso de jopos, peinados, piercings y otros usos de moda para las horas de clases.De moda. Ni bien pasan la puerta de la escuela, los chicos incorporan el ‘touch’ con el que se identifican. (José Gutiérrez)

Domingo, 26 de octubre de 2008

  • Se abren las puertas de una escuela céntrica. Horario de salida. Un flaco desnuda la colita que había escondido bajo el cuello de la camisa. Unas chicas se apuran a quitarse el guardapolvo, así los chupines y remeras negras concuerdan con el delineado que oscurece sus ojos. Con una rápida maniobra, un rubio despliega un prominente jopo sobre su rostro.
  • Otros, mientras tanto, salen directamente de clases sin la mínima intención de ocultar sus melenas batidas, los piercings, los aros, las rastas y hasta la “chivita” que dicen no poder abandonar porque "forma parte de lo que somos".
  • Otra tuvo sanciones por la camisa desprendida o el largo del delantal. Después vino la onda del pelo largo en los varones o los rostros pintados y aritos en las féminas. Históricamente la escuela debió batallar contra el “touch” juvenil que los alumnos querían imprimir al reglado uniforme colegial.

Hoy la estética de las llamadas tribus adolescentes abren nuevos interrogantes hacia el interior de los colegios. Deben ingeniárselas y negociar para que el “lookflogger, cumbiero, emo o dark no tenga asistencia perfecta en las aulas mendocinas.

"A principio de año es más fácil controlarlo. Pero con la primavera, crece la tendencia a no respetar la vestimenta: se olvidan de sacarse el piercing, vienen con pantalones anchos negros o con esos bien ajustaditos", advierte Alberto Spinello, director de la Scalabrini Ortiz.

Establecer los límites de antemano es la clave para el docente, porque -agrega- "empiezan con esas transgresiones y después desembocan en situaciones de violencia".

Claro que definir las reglas no es nada fácil, sobre todo tratándose de grupos adolescentes en los cuales -como apuntan los especialistas- la estética constituye uno de los pilares fundamentales de la identidad.

El respeto por el uniforme es uno de los tópicos que está analizando la Asociación Profesional de Directores de Enseñanza Media (Aprodem), en el marco de un proyecto que presentará en la Dirección General de Escuelas con pautas para mejorar la convivencia escolar.

El no cumplir con las disposiciones de vestimenta es considerada una falta de disciplina. Según la resolución N° 604 de la DGE, desde 2002 cada escuela debe elaborar su propio Régimen de Convivencia y Disciplina. La tarea tiene que hacerse periódicamente y con participación de todos los sectores (padres, docentes, alumnos, etc). Es en el seno de estos consejos donde hoy debaten hasta dónde aceptan estas "alteraciones" del atuendo escolar y qué sanciones aplican.

El dilema surge al revisar y, más aún, al redactar las normas de convivencia. ¿Hasta cuántos piercings por rostro? ¿Mechas verdes, rojas o azules? ¿Qué largo de jopo? ¿Qué estilo, talle o color de pantalones? Para el asesor pedagógico, Alejandro Castro Santander, estos planteos pueden derivar en embrollos tan interminables como inconducentes.

"Algunas directoras me consultan preocupadas sobre cómo escribir la norma para no dejar zonas grises, que sean aprovechadas por los alumnos. Un reglamento que detalle todo lo prohibido será un desafío para el adolescente que buscará el punto a transgredir", dice el especialista, "por eso la ley debe precisar el espíritu que persigue".

"No llevar adornos que hagan ostentación", reza el acuerdo de convivencia del colegio Compañía de María, el que deben firmar padres y alumnos a principio de año y del que todos guardan una copia. El director de Nivel Medio, Walter Arias, lo traduce a la práctica: "Si llevan piercings, que sea en lugares no visibles. Antes el pelo tenía que llegar hasta el cuello de la camisa, ahora puede ser más largo pero debe estar atado y limpio", apunta.

Algo similar ocurre en la Escuela Italiana, donde -por ejemplo- aceptan los nuevos peinados, siempre "que no tapen los ojos". "Buscamos que cuando salgan de la escuela tengan un comportamiento socialmente aceptable", argumenta el regente Fernando Miranda.


Una pulseada diaria

Michael (15) va a una escuela de la Quinta Sección con metales en su cara, con una “chivita” prominente y el peinado de moda hacia adelante. "El profe se cansó de retarme, ya no me dice nada. En mi cole no nos hacen bardo por ir así", sostiene.

"Es una lucha de todos los días"... "¡Uy! tengo el cajón de mi escritorio llenos de aritos" son las primeras respuestas de los directivos. Por ejemplo, en el Norbridge, cuando un estudiante no respeta estas normas, primero se le hace un llamado de atención verbal, después se convoca a los padres y, de persistir en la falta, no se lo deja entrar.

"Tratamos de hablar mucho con los chicos. Algunos nos dicen que no pueden volver al barrio si no llevan ese look. Llamamos a los padres cuando los apercibimientos no dan resultado, pero a veces no saben qué se hace su hijo en la cabeza o cómo salió vestido de casa", comenta Amalia Vergara, directora del Normal Tomás Godoy Cruz.

En el sector público, en general, éstas son consideradas faltas leves, es decir que conllevan de una a cuatro amonestaciones. "Los alumnos saben cuáles son las pautas de exigencia en su escuela y son pocos los casos que han terminado en situaciones violentadas", consignó María Eugenia Carbonari, titular de la Doapc (Dirección de Orientación y Apoyo Psociocomunitario). Gisela Manoni.


Algunas cuestiones para pensar que me quedaron resonando de lo leído:

- ¿Qué actitud tomar frente a esto?

- ¿Cuál es la relación directa entre: Vestimenta o moda - Violencia?

- ¿Cómo sería para algunas escuelas "un comportamiento socialmente aceptable"?


lunes, 4 de mayo de 2009

Codigos de Convivencia

Estos codigos fueron leidos y debatidos en el Seminario el 17 de Abril

1)
NORMAS DE CONVIVENCIA

Estas son las pautas que queremos explicar al comenzar el año. Conocerlas tiene por finalidad saber lo que el colegio espera de vos, y de esa manera evitar confusiones

1) Comenzamos nuestra jornada recordando que con el trabajo diario en la escuela también construimos la patria, por eso cada mañana izamos la bandera. A continuación, un docente nos ofrece una breve reflexión del día que viviremos, o acontecimientos que ya vivimos: los Buenos Días.

2) Respetamos a todos los que formamos parte de esta Casa. Por eso no solo usamos las instalaciones, sino que también las cuidamos. Nos hacemos responsables, especialmente, del cuidado de nuestro propio banco, de las aulas y los baños. Consideramos especialmente grave las escrituras de bancos, puertas o paredes, ya que muestran una falta de solidaridad en el mantenimiento de los elementos comunes.

3) Para mayor seguridad tratamos de no traer elementos de valor, si ingresamos con ellos al colegio, los tenemos siempre con nosotros o se los entregamos a algún preceptor o encargado de curso para su resguardo.

4) Como somos muchos, los espacios grandes y las actividades diversas, los timbres nos indican el comienzo y el fin de las actividades. Es por eso que los respetamos concurriendo a nuestros lugares de trabajo en forma inmediata. Consideramos una falta grave ausentarse sin autorización del lugar donde por horario corresponde estar.

5) Para un mejor desarrollo de las clases es importante no producir interrupciones en las mismas, por lo que es fundamental: aprovechar los recreos para ir al baño y para realizar cualquier trámite que interrumpa la actividad normal del aula.

6) El uniforme para asistir al colegio es: Jean clásico azul sano y limpio, remera del colegio, medias y zapatillas o zapatos y buzo del colegio, El cabello, si el largo, recogido. No usamos objetos que no pertenezcan al uniforme, (gorras, pañuelos, etc). El uniforme de Educación Física es: Jogging azul marino liso, remera del colegio o blanca lisa sin inscripciones: short blanco (varones y negro (mujeres). Tanto el buzo, como la remera recomendamos tener marcado el nombre del alumno/a. Consideramos una falta seria no concurrir con uniforme.

7) No fumamos.

8) No usamos walkman, MP3, etc. ni celulares dentro del aula.

9) Cuando por alguna actitud recibimos una parte de sanción o de información, tenemos derecho a Conocer el texto redactado y tenemos la obligación de firmar al pie de su contenido.

10) Nuestras familias eligieron esta Casa Salesiana porque están de acuerdo con sus orientaciones básicas. Sabemos que cuando hay problemas, el lugar más a mano y más simple para resolverlos es en esta casa. Por eso consideramos de un valor incalculable hablar con quien corresponde, de la forma que corresponde y en el momento que corresponde.

11) La vereda es un lugar público, que compartimos con los vecinos. Lo que no haríamos en nuestra casa, ni en el colegio, tampoco lo hacemos allí. Por cuestiones de seguridad no nos quedamos estacionados en la puerta y sus inmediaciones.

12) Las propuestas pastorales que hacemos forman parte de la actividad escolar. Lo que hacemos en un acto escolar, también lo hacemos en una misa, y lo que te pedimos cuando estás en clase, también te lo pedimos en un campamento o en una convivencia. En la Casa de Don Bosco, cada propuesta es parte de tu formación.

13) Tu familia tiene el derecho a recibir las comunicaciones que el colegio les envía. Es muy importante que vos no te olvides de entregarlas y traer la constancia dentro de las 48 horas.

14) El ateneo deportivo es una actividad optativa para los alumnos de la escuela. Allí también tenemos pautas que nos ayudan a organizarnos.

Si por algún motivo surgieran diferencias en la interpretación de algunas de las normas, la interpretación final así como las excepciones en cada caso serán consideradas y determinadas por el Equipo de Conducción

2)
Esta Normativa 2009 ha sido adaptada a la Modificación de la Reglamentación del Sistema Escolar de la Convivencia de las instituciones educativas del Nivel Medio. Decreto Nº 998/2008 GCABA, con fecha del 8 de Agosto de 2008.


ASPECTOS GENERALES

· El Colegio es un lugar de estudio y trabajo. Por este motivo los alumnos deberán concurrir con todos los materiales necesarios para poder realizar las distintas tareas que se les soliciten. Asimismo, se abstendrán de traer al Colegio cualquier elemento que no esté relacionado con la función a cumplir en el establecimiento (i-pod, mp3/4, walk-man, discman, juegos electrónicos, revistas no solicitadas por algún docente, diarios deportivos, fotos, etc.). El Colegio retendrá estos elementos y los entregará directamente a los padres cuando concurran al Colegio a solicitarlos.
· Las normas aquí señaladas apuntan ‑tal como se se­ñala al principio- a la formación de virtudes y valores, por eso el Colegio espera que sus alum­nos vivan estas normas no sólo dentro del Colegio sino tam­bién en cada uno de los am­bientes en que ellos se mue­van: en el colectivo, en la ca­lle, en el cine, etc.
· El Colegio busca, además de ciertos objetivos académicos, objetivos de responsabilidad, trabajo y adquisición de há­bitos. Por lo tanto, la falta de esfuerzo en estas áreas -aunque los re­sultados académicos en diciembre y marzo hagan que el alumno promueva el curso‑ serán causa de que su permanencia quede condicionada a la decisión del Consejo de Dirección.


NORMAS RESPECTO AL COLEGIO, A LA DIRECCIÓN
Y A LOS PROFESORES

Los alumnos tendrán especial cuidado en la delicadeza en el trato con todos los integrantes del Colegio: per­sonal directivo, profesores, compañeros/as, personal administrativo y personal de maestranza (res­peto, de­licadeza). Este respeto se manifestará en ac­titudes tales como:
·
Ponerse de pie cuando un profesor se dirige a ellos para conversar o pre­­guntarles algo. (respeto, obediencia)
· Ceder el paso al entrar simultáneamente en un local. (respeto)
· Ceder el lado de la pared al subir o bajar por las escaleras. (respeto)
· Ponerse de pie cuando un profesor entre en una clase y permanecer en esa posición hasta que se le indique lo contrario. (respeto)
· Ponerse de pie cuando entre algún directivo en el curso. Si las entradas son reiteradas no será necesario volver a pararse. (respeto)
· Los alumnos/as evitarán llevar las manos en los bolsillos al hablar con un profesor o cual­quier otra persona. (respeto, fortaleza)
· Cuando un alumno/a tenga que hablar con su tutor, pedirá permiso al profesor que esté dan­do la clase, este permiso se dará habitualmente, a no ser por alguna circunstancia de carácter es­pecial. (respeto)
· Los alumnos saludarán a los directivos y profesores cuando se crucen con ellos en cual­quier parte del colegio, si no lo han hecho antes. (respeto, consideración)
· La sala de profesores es de uso exclusivo de ellos, por esto los alumnos no pueden ingresar a ella, salvo que excepcionalmente algún docente lo permita. (respeto, prudencia)

NORMAS PARA LA CLASE

· Los alumnos recibirán de pie y en silencio al docente para comenzar la clase (respeto, la­­­­­­boriosidad)
· No deberán permanecer solos en el aula en ninguna ocasión. Si esto ocurriera el secretario de curso deberá comunicarlo inmediatamente al Coordinador/a o Director/a responsable del curso.
· Sobre el banco deben tener solamente el material necesario para esa clase (orden).
· Para lograr una participación ordenada de los alumnos/as, éstos deberán le­vantar la mano cuando quieran realizar una pregunta, contestarla o exponer sus opiniones. De esta manera todos podrán escucharse entre sí y se evitará un clima de desorden que no favorece el tra­­­­­bajo (respeto, laboriosidad).
· Los alumnos tendrán un banco asignado y no podrán desplazarse a otros lu­gares sin haber pedido permiso a su respectivo coordinador. Serán responsables de ese banco y procurarán mantenerlo limpio: sin man­chas, escrituras, borrones, pintura, etc. (lim­pieza, buen gusto, orden).
· Los alumnos deben cuidar especialmente el orden y la limpieza del aula. Evi­tarán que haya papeles en el piso (si los hay deberán recogerlos y tirarlos en los cestos), que los bancos estén desordenados, que no haya libros o cual­quier tipo de material en el suelo, etc. (orden, buen gusto y res­ponsabilidad)
· Una vez finalizada la clase deberán constatar que ésta quede completamente ordenada, luego se pondrán de pie y saldrán ordenadamente a los patios co­rrespondientes. Tratarán de no ha­cer ruido en los pasillos para no in­terferir con las actividades de otros cursos (orden, res­­­­­peto).
· Al subir o bajar lo harán por las escaleras asignadas, caminando y sin gritar (orden)
· Evitarán correr dentro de la clase, ya que por las dimensiones de las au­las, no es el lugar más adecuado para hacerlo y tampoco favorece el clima de trabajo y estudio (orden).
· Por un motivo de educación, higiene y estética no está permitido comer chi­cle en el Colegio, ni en clase ni en los recreos (buen gusto, respeto).
· Los alumnos no podrán salir del aula en horario de clase para ir al baño o a realizar trámites personales (p.ej. ir a secretaría a entregar o solicitar papelería, o ir a la contaduría a pagar cuotas del Colegio). Sólo podrán retirarse del aula si son llamados por el confesor, otro profesor, su co­rrespondiente tutor o algún directivo (orden).
·
Los alumnos que duerman en clase serán enviados a sus casas con el ausente y el aviso o la advertencia según corresponda.
·
Debido a que el aula es un lugar de trabajo, tanto de los docentes como de los alumnos, y que sin el trabajo de ambos no es posible la acción educativa, aquellos que no tengan interés en participar de las clases serán retirados. Esta falta de interés puede manifestarse tanto activa como pasivamente, es decir, perturbando el normal desarrollo de la clase o sin hacer nada (apoyando la cabeza en el pupitre, manteniendo los ojos cerrados, durmiendo o en actitud de dormir, etc.).

NORMAS PARA LOS ESPACIOS COMUNES

Recreos:
Al tocar el timbre los alumnos deberán dirigirse al patio. Nadie puede per­­­­­manecer en el aula ‑que quedará cerrada hasta nuevo toque de tim­bre (orden).

Pasillos:
Sólo serán utilizados como medios para desplazarse por el Colegio. No son lugar de permanencia, Los alumnos/as no podrán estar en los pasillos durante las horas de clase sin un motivo jus­tificado (orden).

3)
Normas Generales de Convivencia

Durante la primera semana de clases se llevará a cabo la lectura de la presente norma, debiendo los alumnos firmar el ejemplar que quedará archivado por el preceptor del curso.
No está permitido permanecer en el salón ni en las galerías ni en las escaleras durante los recreos.
No está permitido el uso de celulares dentro de la institución.
No está permitido el uso de aparatos reproductores de música o video en horario de clase de no estar debidamente autorizado por el docente con fines didácticos.
Se sugiere no concurrir con elementos de valor. La Institución no se hará responsable por su daño o pérdida.
En los actos escolares, los alumnos deberán tener una actitud respetuosa y de buena conducta al igual que al izar o arriar la Bandera Nacional.
No está permitido fumar, consumir bebidas alcohólicas o drogarse dentro o en las inmediaciones del Instituto.
Los alumnos deben resolver los conflictos con sus compañeros o docentes a través del diálogo. No está permitida la agresión física ni verbal.

ACTITUD EN CLASE:
El alumno recibirá al docente de pié para el saludo inicial de clase.
Para ingresar tarde a clase el alumno deberá solicitar autorización al docente y presentar la justificación del retraso. En caso de que el alumno no tenga justificación el profesor deberá solicitar al preceptor del curso la ficha individual del alumno, anotar la irregularidad en la ficha y en el Cuaderno de Comunicados del alumno y, en caso de ser una actitud reiterada informará de inmediato al preceptor para citar al responsable del alumno para informarle el inconveniente.
En todo momento el clima de clase será de absoluto respeto y cordialidad.
El alumno deberá participar positiva y adecuadamente en clase, utilizando el vocabulario adecuado, queda expresamente prohibido realizar actividades ajenas a la materia durante la hora de clase o permanecer inactivo frente a la consigna indicada por el profesor.
Deberá tener presente siempre la carpeta correspondiente a la materia en curso y el Cuaderno de Comunicados.
Ningún alumno podrá salir de la clase sin la tarjeta de “Alumno Autorizado” que entregará su profesor para retirarse.
Sólo podrá cambiar de ubicación en el aula cuando el docente lo solicite por cuestiones pedagógicamente estratégicas.
Al finalizar la hora de clase, el aula debe quedar en perfectas condiciones de higiene, las mesas y sillas ubicadas en su lugar habitual y el pizarrón limpio a efectos de facilitar la tarea del próximo docente.
En la última hora de clase los alumnos deberán dejar las sillas sobre las mesas para colaborar con el trabajo del personal de limpieza, se tendrá especial cuidad cuando la última hora de clase se desarrolle en alguna de las salas especiales (laboratorio, biblioteca, salas de computación o de video).
La sala de video deberá utilizarse exclusivamente con fines pedagógicos.
Queda expresamente prohibido cualquier tipo de consumo durante las horas de clase (bebidas, caramelos, chupetines, sándwiches, etc).
La salida del aula ocasionada por urgencias debe realizarse en compañía del preceptor del curso.
Durante el recreo queda expresamente prohibido correr, tirar basura al piso, escuchar música y mantener escenas románticas propias de noviazgos.
El pasillo que conduce a los baños es sólo de tránsito, por lo tanto no está autorizada la permanencia de los alumnos durante el recreo.

sábado, 2 de mayo de 2009

Entre los muros- La Brújula 150- Madrid


LA CLASE (ENTRE LES MURS)

Cronica 53
-PSICOANÁLISIS Y CINE
17 de abril de 2009

En la introducción se aludió al título, "Entre muros", como en nuestro idioma se dice entre cuatro paredes, como algo que sucede pero no debe verse, conocerse, algo privado, una cárcel de la que solo se conoce algo cuando, desde dentro, se inicia un motín o sucede una desgracia. Lo que para otras disciplinas es un dato al que le ponen nombre: "fracaso escolar", desde el psicoanálisis se toma como un síntoma.La pregunta que se lanzó a los asistentes fue ¿Qué está pasando con el deseo de aprender y de enseñar?.La discusión se inició con que la única educación posible en la adolescencia, cuando los jóvenes tienes otros intereses, es la coacción. Freud dijo que era imposible educar.Eso dio lugar a varias intervenciones, se retomó lo que Freud dijo acerca de gobernar, educar y psicoanalizar como cuestiones imposibles. ¿Acaso no se gobierna, se educa y se psicoanaliza?. Se aclaró que Freud señaló así el punto irreductible de la subjetividad de cada uno.¿Dónde están las claves para aprender? Tal vez en lo que, en cada uno, se jugó en la vida con algún profesor y su deseo y también su amor. Casi todos tenemos la experiencia en la adolescencia con algún profesor, que por estar entusiasmado con su materia, hizo que aquello árido y pesado tuviera una luz distinta.Se dijo que Francia es desconsiderada con aquellos que fueron sus colonias, el problema mostrado en la película ocurre con la tercera generación de aquellos que emigraron a la metrópoli. Siendo ciudadanos franceses siguen conminados a la exclusión, no se han integrado ni se vislumbra cómo podrían hacerlo. Estos estudiantes ¿son? Franceses. Pero alguien apuntó que el problema está en la lengua: en casa hablan una lengua y en lo social otra, y aunque se apuntó a la violencia de estos jóvenes, que se relacionan casi únicamente con insultos…me preguntaba, ¿acaso no son los insultos lo que más curiosidad provocan cuando se aprende una lengua? Alguien reflexionó sobre el fenómeno del plurilingüismo en España, apuntó a que una lengua debe ser expansiva y no restrictiva.Se hizo también la relación entre lengua e identidad. Los alumnos viven como ajenos los códigos del profesor.Importante fue situar el fracaso en la escuela secundaria, hay allí un nudo entre una etapa de la vida y la educación. No es tan importante el fracaso escolar en la primaria…¿tal vez por la necesidad de que aprendan a leer? ¿Tal vez porque en un niño no es tan evidente su interés por la sexualidad? ¿Y se pueden vivir sus provocaciones con más distancia?.Si la escuela es el lugar de la construcción de la persona, ahora solo deben ser consumidores desorientados por los objetos. No vivimos en una sociedad confortable sino muy exigente, donde la máxima sería "que no te pase nada".Siguiendo esta perspectiva se mencionaron también los formatos televisivos donde aparecen adolescentes, todo lo interesante transcurre fuera de las aulas. Se concluyó que la educación es una cuestión política y se necesita que los jóvenes de esta época sean funcionales al sistema, confundirlos, que el ser sea igual al tener, que corran más que los adultos tras los objetos que les prometen la felicidad sin cuestionar nada. En resumidas cuentas, se busca que sean buenos consumidores. En la película se muestra como tienen todo tipo de objetos de la técnica.Otra mirada fue que la película muestra el fracaso de los ideales de la república; igualdad, fraternidad y libertad, todos cuestionados. Se señaló que la ley y las identificaciones son claves para organizarse en comunidadSe lanzó una lanza a favor de los profesores, hubo varios entre nosotros, que siguen esforzándose, poco amparados por el estado, muchos con verdadera vocación por educar y transmitir saberes a pesar de los obstáculos institucionales. Ellos comentaron que con un solo caso en que lograran interesar a algún joven ya era un éxito.Y aunque al final escuché el comentario "nada! los adolescentes de la película no habían aprendido nada!"…me decía a mi misma: el profesor era de Lengua… ¿acaso no lograron contar en francés lo que habían aprendido? Si, de otro campo ¡pero se expresaban! Hubo quien leyó a Aristóteles!! Y otra se animó a decirle a su profesor que ¡no había aprendido nada! ni quería.Una confesión imposible con cualquier otro profesor del claustro. Y aunque el profesor no puede impedir que expulsen a Soleyman, también porque la lengua lo pierde, su paso por ese instituto seguramente no será, para alguno de sus alumnos, en vano.


Marta Mora