Milenio on line
2012-04-04
El detenido por el tiroteo del lunes en una universidad de Oakland (California), que dejó siete muertos y tres heridos, estaba molesto con una empleada y con los estudiantes porque se burlaban de él y no lo trataban “con respeto”, informaron ayer fuentes policiales.
El detenido, One Goh, de origen coreano y ex alumno de la universidad, admitió su culpabilidad y vinculó los hechos con el maltrato de una empleada de la universidad, cuyo nombre no ha sido revelado hasta el momento, dijo el jefe de la Policía de Oakland, Howard Jordan.
Jordan añadió que la empleada no se encuentra entre las víctimas.
“Creemos que ninguna de las víctimas eran las personas que se metían con él”, apuntó Jordan, quien dijo que el sospechoso admitió que quería regresar al centro e “infligir dolor”.
Goh, de 43 años, abandonó la universidad en noviembre pasado por causas que no se conocen por ahora.
El detenido dijo a los investigadores que no estaba satisfecho con la clase a la que estaba inscrito y, además, sentía que sus compañeros no lo trataban como a uno más y que en las últimas semanas incluso no le dirigían la palabra y lo ignoraban.
Goh, nacionalizado estadunidense, se entregó una hora después del tiroteo en la universidad, que imparte materias relacionadas con la religión, la música, la enfermería y la medicina asiática, según su página oficial.
La matanza es el peor suceso de este tipo en la bahía de San Francisco desde el asesinato de ocho personas en julio de 1993 en un tiroteo efectuado por un hombre en las oficinas de una firma de abogados antes de suicidarse.
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