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domingo, 20 de mayo de 2012

Cyberbullying, la nueva forma de acoso escolar que alerta a los especialistas

Martes 15 de Mayo de 2012
ambito.com

El paso de lo real a lo virtual

Por: Xavier Ibarreche

El cyberbullying es una práctica cada vez más vigente entre jóvenes.

El creciente uso de las redes sociales por parte de los chicos produjo que situaciones de la vida real se trasladasen a la vida virtual. Uno de los ejemplos más claros es el acoso, que mutó en el cyberbullying, una modalidad que mantiene alerta a los especialistas.

El cyberbullying o cyberacoso es la utilización de las herramientas comunicacionales e informáticas para provocar, difamar, humillar, amedrentar, intimidar o amenazar a otro igual de forma reiterada. Si bien acosar a un par no es un fenómeno nuevo, las nuevas tecnologías brindan anonimato y accesibilidad las 24 horas para continuar con la humillación desde múltiples dispositivos tecnológicos.
En mayo de 2010 un caso fue el disparador que produjo la intervención del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi). Romina Perrone, quien por aquel entonces tenía 10 años, fue víctima de la agresión de una compañera de escuela que creó un grupo en Facebook para difamarla. A raíz de la denuncia de la madre de Romina, el Inadi creó un Observatorio de Redes Sociales para poder detectar, denunciar y combatir el cyberacoso.
Pese a que ya pasaron dos años desde la implementación de este programa, los especialistas en pedagogía infantil advierten que esta modalidad de agresión lejos de extinguirse se mantiene vigente. En este contexto, ámbito.com convocó a dos expertos en la materia para que brinden su opinión sobre el tema y ofrezcan consejos para padres cuyos hijos se enfrentan con casos de acosos por Internet.

María Zysman es psicopedagoga y es coordinadora del grupo "Libres de Bullying". Como especialista revela que los padres y las escuelas cumplen un rol clave para prevenir y disminuir el sufrimiento de las víctimas. En el mismo sentido, Roberto Balaguer, psicólogo educacional que se desempeña en el St. Patrick's Collage de Montevideo, destaca que "si los padres no se involucran por no 'invadir' su privacidad están cometiendo el error de dejarlos solos".
"En primer lugar el tema se debe hablar en la escuela y en los hogares", aporta Zysman al tiempo que sostiene que la sanción y la prohibición por parte de los padres hacia los chicos víctimas del acoso "ya no corren". Por su parte, Balaguer agrega que a los chicos no es recomendable aislarlos y "dejarlos huérfanos en el mundo digital" siendo ese "el caldo de cultivo para los desbordes".

•Cómo reaccionar ante un caso de cyberbullying. El rol de padres y escuela

Si bien cada caso es distinto, Zysman asegura que "a los chicos no hay que juzgarlos; hay que participar sin el ojo crítico porque en definitiva los cuidados que uno tiene en la vida real hay que llevarlos a la vida virtual". Por su parte, Balaguer destaca que en Internet los límites siempre son necesarios", pero para este profesional lo más importante es preocuparse y "educarlos para que no sean victimarios". En ese sentido, Zysman apunta que "hay que enseñarles un buen uso de la tecnología, lo que es poder decir no y marcar el lugar por el que no deben dejar entrar a los agresores". Según ella, "es necesario prevenir, alertar y compartir" los espacios en los que los chicos utilizan las redes sociales.
Pero más allá de las familias, las escuelas también juegan un rol fundamental en el apoyo a los chicos que son víctimas de las agresiones, sobre todo teniendo en cuenta que las mismas se inician al interior del aula. Ambos especialistas coinciden en el espacio que le toca a los colegios. Mientras que para Zysman las instituciones educativas tienen "que hacerse cargo y poner un freno", Balaguer destaca que "en la mayoría de los casos vienen apagando incendios".
Al respecto, Zysman es clara: "Algunas escuelas intervienen y otras no quieren reconocer que esto existe". "Muchos colegios creen que si se detecta un caso de este tipo disminuye su prestigio", sintetiza. Sin embargo, lo cierto es que las instituciones educativas tienen en sus manos la oportunidad de enfrentar este tipo de situaciones y posicionarse así como una escuela con política anti-bullying.
En definitiva, el acoso escolar a través de las redes es una modalidad que nace a partir de los usos que realizan los chicos de las mismas. En tal sentido, Balaguer hecha un haz de luz para dar cuenta con el quid de la cuestión: "La conexión a través de las redes sociales es permanente y eso a su vez hace que algunas problemáticas de socialización del mundo material que ya conocíamos, comiencen a trasladarse al ámbito de las redes".
En este contexto, el cyberbullying se convirtió en materia de análisis entre los especialistas en educación. Como parte de esta exploración entre el 14 y 16 de junio se desarrollará el 2º Congreso Internacional sobre Conflictos y Violencia en las escuelas. El evento tendrá como lema "Tensiones socioculturales entre niños, jóvenes y adultos" y se realizará en el Teatro San Martín y en el Paseo La Plaza.

Las agresiones entre alumnos, un reto cada vez más complejo en las escuelas

CUATRO CASOS GRAVES EN APENAS UNA SEMANA
Las disputas en las redes sociales y la inmediatez de la respuesta violenta obligan a los directores a trabajar más de cerca

Rocío, Macarena y Ariadna iban camino a escuela técnica de Guaymallén, donde cursan quinto año, cuando a media cuadra de llegar fueron rodeadas por cinco compañeras suyas de entre 16 y 17 años. Hacía varias semanas que ese grupo venía amenazándolas y el desenlace no se hizo esperar: tras algunos insultos, las acosadoras se les tiraron encima y empezaron a golpearlas con tanta saña que una de ellas terminó con el rostro desfigurado. Como se supo más tarde, la paliza se debió a que las chicas simplemente no les caían bien, porque eran "caretas" y buenas alumnas.
En la generación de quienes tienen hoy hijos adolescentes observamos que hay muchos padres con serias dificultades para asumir un rol de autoridad
El hecho, ocurrido este martes en Mendoza, fue apenas uno más de una semana especialmente violenta en escuelas de nuestro país. Ese mismo día en Rosario, una estudiante de 15 años recibió un navajazo en la cara en medio de acusaciones en Facebook por un celular perdido; y al día siguiente un alumno de 8 años sufrió un serio traumatismo de cráneo en una escuela salteña luego de que un compañero suyo la arrojara al piso con violencia por el simple hecho de haberle tocado la pierna.
Estos episodios, que no fueron por cierto los únicos de su tipo en la última semana, parecen reunir sin embargo varias de las características que docentes y directivos observan hoy en torno al fenómeno que popularmente se conoce como violencia escolar. Entre ellos se encuentran el hecho de que los conflictos, aunque detonan en la escuela, se originan muchas veces fuera de ella; el fuerte protagonismo que tiene Facebook como disparador de enfrentamientos, la inmediatez de la reacción violenta y, sobre todo, la desproporción entre la respuesta y la causa que la provoca.
¿Será que las escuelas son cada vez más violentas? A falta de datos estadísticos en nuestro país resulta difícil afirmarlo con certeza. Pero en todo caso, si realmente los son, no lo son más que la sociedad en la que están insertas, plantean funcionarios y directivos al señalar que la violencia escolar es apenas otra manifestación de violencia social, y que los padres juegan en ella un papel determinante.

UNA CAJA DE RESONANCIA

"No hay escuelas violentas, sino una sociedad violenta que atraviesa la escuela", dice María José Arias Mercader, la rectora del Colegio Nacional de La Plata. Y lo mismo señala Claudia Bracchi, la subsecretaria Educativa de la Dirección de Educación bonaerense: "más que violencia escolar, hay conflictos que se dan en las escuelas, como se pueden dar en los barrios o en los comercios sin que se hable por ello de violencia barrial o comercial", dice.
Además de una perspectiva distinta para enfocar el problema, lo que señalan tanto Arias Mercader como Bracchi es una descripción de lo que se observa actualmente en gran parte de los episodios de violencia escolar: los conflictos se originan en general fuera de las escuelas.
"Muchos de los conflictos que se nos presentan últimamente no surgen en la escuela, sino que vienen del barrio, de alguna fiesta o tienen que ver con relaciones de noviazgo entre los adolescentes", afirma Danilo Barreda, director de la Escuela Secundaria Básica Nº 8 de La Plata, quien señala el fuerte protagonismo que ha ganado en los últimos años Facebook como un medio que dispara y potencia conflictos interpersonales.
Y es que es tal la cantidad de contactos que los adolescentes tienen generalmente en Facebook que basta que uno de ellos vuelque allí un comentario ingenuo o malicioso sobre un tercero para que éste se entere. De ahí que lo que hace unos años no hubiera pasado de una chicana en un aula -ya sea por un equipo de fútbol o una disputa sentimental- hoy se convierte muchas veces en un desafío abierto que involucra a cientos de chicos. Pero además, en un desafío que por el simple hecho de ser lanzado desde atrás de una pantalla tiende a redoblar la apuesta de agresividad.
El hecho de que muchos esos conflictos que se generan fuera del ámbito escolar y se potencian en internet, terminan zanjándose en la escuela o en las proximidades de las escuela, comenta el profesor Danilo Barreda, quien dice que aún así la escuela no los desatiende.

ESTRATEGIAS

No importa si el problema se originó afuera y va a zanjarse en la puerta, "en la medida en que involucra a la escuela, nosotros debemos intervenir": "hablamos con los alumnos, citamos a los padres y armarnos una estructura de contención para intentar desactivarlo. Cuando los alumnos ven la intervención de autoridades, empiezan a dimensionar que puede haber medidas disciplinarias y en general cesan", dice el director de la ESB Nº 8.
"Si bien la escuela es uno de los tantos espacios donde hoy se expresan determinadas situaciones de violencia -sostiene por su parte Claudia Bracchi-, la escuela tiene que generar condiciones para que eso no suceda. Por eso es que promovemos el diálogo para que los chicos aprenden a confrontar sin golpearse, y cuando se presenta alguna situación violenta no la dejamos pasar, sino que la tomamos, la resolvemos y seguimos trabajando sobre ella tiempo después", asegura la funcionaria.
También con la idea de que "la escuela debe instituirse como el espacio donde dialogar", Arias Mercader cuenta que en Nacional vienen aplicando una estrategia de contención que les ha dado buenos resultados. "Como es típico de los adolescentes mantener cierta distancia de sus padres, trabajamos con una dupla formada por el preceptor y el encargado del departamento Sociopedagógico para que acompañe a los chicos durante toda la escuela, transformándose en adultos referenciales que los conocen muy bien e intervienen ante cualquier problema de convivencia. Nos funciona muy bien; de hecho no tenemos situaciones graves".
Con todo, "la institución puede cumplir su rol hasta cierto punto, después son los padres los que tienen que ocuparse", sostiene Lucila Benito, integrante del Observatorio de Prácticas de Convivencia Escolar, una iniciativa lanzada el mes pasado por la Universidad Nacional de La Plata para monitorear y mejorar la convivencia entre alumnos de sus colegios.
Con esa meta, una de las primeras acciones previstas por el Observatorio apunta a involucrar más a los padres en la puesta de límites a sus hijos. "Hay todo tipo de padres, pero en la generación de quienes tienen hoy chicos adolescentes observamos que hay muchos con serias dificultades para marcarles dónde está la norma y asumir ellos mismos un rol de autoridad. Sin eso -dice Lucila Benito- es muy difícil que la institución pueda por sí misma revertir situaciones de violencia".

martes, 15 de mayo de 2012

Docentes inquietos por padres sin autoridad

lanacion.com/ Educación
Martes 15 de mayo de 2012 | Publicado en edición impresa

Divorcio entre el hogar y la escuela
Lo señalan especialistas en educación preescolar


Por Silvina Premat | LA NACION



La falta de autoridad de los padres sobre los hijos y el papel que deben ocupar los docentes frente a ese vacío inquietan a los especialistas en educación. Consideran que dar a elegir todo a los niños es una manera de abandonarlos frente a decisiones que los exceden, algo que perjudica mucho su aprendizaje y formación.

Cómo recuperar los papeles que debe tener cada actor en esta sociedad -el padre, como adulto guía; el hijo, como aprendiz, y el docente, como acompañante en la socialización- ha sido tema central de los especialistas y educadores que, liderados por la pedagoga española Mari Carmen Diez Navarro, participaron del 5° Encuentro Internacional de Educación Inicial, que se desarrolló en Buenos Aires durante el fin de semana.

Unos 1300 educadores asistieron al encuentro realizado por la Organización Mundial para la Educación Preescolar (OMEP).

"Debe entenderse que la tecnología no reemplaza a los padres", afirmó Diez Navarro durante una entrevista con LA NACION en la que advirtió los efectos nocivos que trae aparejada la fragilidad del papel del padre actual. Esta autora de una quincena de libros dirigidos a docentes de educación inicial y directora de una escuela privada no confesional de Alcalá, afirma que "dar a elegir todo a los niños es igual a abandonarlos".

-¿El manejo de la tecnología por parte de los niños inhibe a los padres en su función?

-Sí, porque es magnífico y fascinante ver a un chico de dos años y medio que sabe buscar fotos y manejar el iPad, como pasa con mi nieto, que lo hace más velozmente que yo. El pequeño copia comportamientos. El mayor queda tan admirado que se bloquea y dice: "Este niño es muy listo, sabe todo, es un dios". Y si luego tiene que frenarlo en algo, no puede hacerlo porque lo ha colocado en un sitio que no es el que le corresponde.

-¿Cómo influye esta actitud del adulto en la formación del niño?

-Es una pérdida. Lo que está pasando es peligroso. Vemos que los niños siguen teniendo los mismos impulsos, la misma curiosidad, pero ahora están como más "malvados" por decir así, por haberlos puesto en un sitio que no es el suyo y porque el adulto se ha retirado.

-¿Cómo es eso?

-Buscando el bien del chico el adulto dice "que elija él" o, como está de moda ahora, "que se autorregule". Se le dice: "Si quieres comer, come" o "Si quieres acostarte, hazlo, y si no, quédate levantado". Así, están saliendo niños que tienen problemas para alimentarse y para dormir, y para aceptar la frustración. Es como si hubiésemos puesto una bandera que indica que la frustración es lo peor de esta vida. Pero la frustración es parte de la vida.

-Es puro sentido común...

-Sí, pero lo hemos perdido completamente. Conozco muchos casos como el de una madre que no cambió el pañal de su hija de un año y medio porque la niña se negaba a que lo hiciera. Los otros niños pedían que la cambiaran por el olor que desprendía el pañal sucio de la niña. La madre dijo: "Cuando ella lo quiera". La niña lo quiso dos horas después.

-¿Es falta de autoridad?

-Sí. Y no es un favor para los chicos. Tú le dices a un niño: yo te quiero, soy mayor y te digo "esto no". Enseñarle a tener límites es un favor que les hacemos porque cuando crezcan y salgan a la calle nadie les dejará que hagan lo que quieran. Este es de los problemas más serios que hay ahora porque el niño está confundido. Si porque quieres mucho a tu hijo de dos años lo dejas decidir cuándo y qué comer, lo estás abandonando y lo estás dejando solo con decisiones muy grandes para él.

-¿Esta actitud tiene efectos en el aprendizaje?

-Claro. Si el niño tiene límites definidos se dedica a aprender, a jugar, a estar con amigos. Si tiene algo poco claro, repite el comportamiento mil veces. Son estos niños que se suben arriba de la mesa, por ejemplo, cuando están con la maestra y entran los padres. Lo hacen como para ver quién manda más.

-Por miedo a acusaciones de abuso sexual o responsabilidad civil muchos maestros se retraen en el contacto con los chicos. ¿Pasa esto en España?

-Sí, pero no en una dimensión importante. Hay que confiar en que el maestro es una buena persona. Lo otro es muy poco común frente a los miles de buenos maestros. El cuerpo es muy importante porque es vehículo de todo. En España ahora está creciendo una corriente por la que las maestras no quieren cambiar a los niños argumentando que estudiaron para otra cosa y que para eso hay que designar auxiliares. Sin embargo, el docente debe acompañar a crecer al niño en lo intelectual, en lo afectivo, en lo relacional. Y así como responde sus preguntas y le enseña a escribir, también le cambia los pañales o lo ayuda si le sangra la nariz.

-¿Sugiere incorporar los nuevos medios en la educación?

-Hay que sumarlos en la medida de lo necesario. En nuestra escuela damos un tallercito de informática de una hora a la semana a los niños de 4 y 5 años; allí se les enseña a manejar el lápiz óptico, los colores, hacer fondos, etcétera. Pero no quitamos los pizarrones de tiza porque son tan placenteros como la tierra: escribes y borras, y da igual. Los niños pequeños deben llegar a la tecnología poco a poco.

-¿La prioridad sigue siendo la relación docente-alumno cuerpo a cuerpo?

-Sí, porque cuando se prioriza tanto la tecnología como los rendimientos, y se dejan de lado las relaciones humanas, la educación pierde su significado, que es enseñar a socializarse, a manejarse con la gente. Lo otro puede hacer expertos en algo pero luego se llevan de bofetadas con sus compañeros. Estoy pensando en un alumno mío que con la máquina le gana hasta a su padre y de lo único que habla es de eso, no juega con otros juguetes y se aburre si no está con la maquinita. Tiene cinco años y para él ése ya es un problema. El papá del niño es un adicto a la informática.

DIXIT

"Los padres están confundidos y tienen miedo a equivocarse. Por eso damos talleres de crianza para explicar un nuevo concepto de autoridad y transmitirles que los límites son necesarios"
Elvira Milano
Directora del Inst. Integral del Sud

"Cuando tengo que decirles que no a algo les explico las consecuencias y trato de hacerlos razonar. Tuve que llegar a esto porque me di cuenta de que al principio era muy autoritaria y eso no es bueno"
Azul Reynoso
Madre de dos niños de 11 y 4 años

"Cuando ves que el chico corre peligro el "no" sale más naturalmente. Con otros "no" los padres somos más inseguros, no sabemos si lo decimos por conveniencia nuestra, del niño o si realmente es así"
Verónica Souto
Madre de niños de 14, 11 y 6 años

"Veo que a algunas mamás les cuesta entender que retar a sus hijos no es crear una mala relación. Si se ponen a la par del chico y esperan que digan lo que quieran hacer o no es peor para los niños"
Jorgelina Tula
Maestra de educación inicial .

Otro caso de "bullying": golpean en Mendoza a chica de 13 años

Ona Noticias Argentinas
http://www.noticiasargentinas.com
12-05-2012

Fue agredida por compañeros que le dicen "gorda" o "elefante" y quedó internada en observación

Los padres de una adolescente de 13 años, alumna de una escuela de la ciudad mendocina de Tunuyán, denunciaron que la chica fue golpeada dentro del colegio por cinco compañeros, que habitualmente la agreden y se burlan de ella diciéndole "gorda" o "elefante".
A raíz de los golpes que sufrió especialmente en la cabeza y en la cara, la adolescente -llamada Antonella, y cuyo apellido no fue dado a conocer para protegerla- tuvo que ser internada en observación en un hospital, donde al día siguiente le dieron el alta. Los padres de la menor hicieron la denuncia policial y advirtieron que cambiarán a su hija de escuela ya que tiene "miedo" de volver al establecimiento.
El caso -enmarcado en los episodios de la modalidad conocida como "acoso escolar" o "bullying"- se produjo el miércoles último por la tarde, en la escuela 4-075 Prudencio Vidal Amieva, de Tunuyán. La chica, según contaron sus padres, recibió golpes en la cabeza, en los brazos, en las piernas y en la cara, y a raíz de ello esa misma noche tuvo que ser hospitalizada en estado de observación y el jueves pasadas las 13:00 recibió el alta médica, de acuerdo con lo consignado por el diario Los Andes de esta ciudad.
"Estábamos en el recreo. Yo estaba llevando una taza de té y sentí que me pegaron desde atrás en la cabeza. Eran cuatro varones de otras divisiones, pero también de primer año como yo. Tres de 13 años y uno de 14. Me siguieron pegando todo el camino, desde el salón de usos múltiples hasta que llegué al grado. Ahí estaba otro más que sí es compañero mío y me pegó en la cara con una cartuchera", contó la menor.
Luego, la chica agregó: "Después llegaron cuatro amigos míos, un varón y tres chicas, y llamaron a la preceptora. Ella los llamó, les hizo firmar un acta y me dijo que si me atacaban otra vez los harían firmar de vuelta. Nadie vio cuando me agredían". Según lo señalado, el hecho sucedió alrededor de las 16:30, y la menor, aunque se sentía mal y muy mareada, continuó haciendo la tarea y esperó hasta la hora de salida para retirarse a su casa junto con su hermana de 14 años.
"Me pegaban todos los días, siempre en los recreos y dentro de la escuela. Me decían malas palabras y me ponían sobrenombres como gorda, barril o elefante", continuó relatando la alumna, según lo reflejado por el diario. Su madre, Estela, en tanto, relató: "Ella me había dicho que la molestaban y le ponían sobrenombres, pero no pensé que fuera tan grave. Cuando la vi, estaba colorada, mareada y descompensada. Lloraba mucho. Le pregunté y me dijo que cinco compañeros la habían agredido. Llamé al padre y fuimos a la Policía a hacer la denuncia y de ahí al hospital porque la nena seguía mareada".
A raíz del episodio, los padres de la alumna decidieron contratar a una abogada de Tunuyán, Lorena Martí, que se hará cargo de ver cuál es el procedimiento legal que corresponde iniciar en este caso. "Recién estoy comenzando a averiguar cómo fueron los hechos. En principio, advierto dos delitos: lesiones calificadas e incumplimiento de deberes de funcionario público. Aunque por la edad los menores son inimputables tienen que declarar ante la presencia de sus padres o tutores. En función de eso se determina qué docentes estuvieron cuando ocurrió el hecho. La directora, por su parte, tiene que llamar a la Policía", explicó la profesional.

Mendoza, NA.

miércoles, 9 de mayo de 2012

Alak cuestionó los videojuegos donde "gana el que más mata"

Lunes 7 de Mayo de 2012
ambito.com

Durante un seminario sobre desarme

El ministro de Justicia y Derechos Humanos, Julio Alak, cuestionó los videojuegos en los que "gana el que más mata" y se preguntó si "es correcto que, mientras alentamos el desarme civil y promovemos el diálogo como herramienta para la resolución pacífica de conflictos, sigamos llenando nuestras jugueterías con pistolas y escopetas de juguete".
Alak lo dijo junto a representantes de los gobiernos del Mercosur y de la sociedad civil, quienes debaten estrategias comunes para "construir una sólida cultura de la paz".
En esos términos se pronunció el funcionario durante la apertura del Seminario Regional "Desarme de la Sociedad Civil: hacia una estrategia integral para la Región", que compartió con sus pares de Seguridad y Educación, Nilda Garré y Alberto Sileoni, y con el titular del Registro Nacional de Armas (RENAR), Matías Molle.
En el encuentro, que se desarrollará hasta el miércoles en el Auditorio del Banco Nación, en Buenos Aires, los representantes del Mercosur y sus estados asociados impulsarán y profundizarán la coordinación de políticas públicas de aliento al desarme civil voluntario, como una estrategia vital para el desarrollo de sociedades pacíficas y más seguras.
En ese orden, el funcionario se preguntó si "es correcto que, mientras desarrollamos políticas integrales destinadas a concientizar a la población sobre el riesgo de la tenencia de armas y promovemos, en cambio, la resolución pacífica de los conflictos, llenemos nuestras jugueterías de pistolas y escopetas de juguete que transmiten la cultura bélica en nuestros hijos desde muy pequeños".
En el mismo sentido, cuestionó la proliferación de "videojuegos en los que se sube de nivel matando personas o monstruos, y en los que gana, en definitiva, el que más mata", al tiempo que instó a "debatir estos temas en foros regionales como éstos para tomar decisiones consensuadas que nos permitan avanzar juntos en esta dirección que nos estamos proponiendo".
Alak consideró que "la idiosincrasia de países como Estados Unidos, cuya Constitución postula el derecho de la sociedad civil a armarse, se ha difundido históricamente a través de las películas y las series y ahora por medio de estos videojuegos, y ha logrado penetrar en algunos sectores de nuestras comunidades".
"En nuestra región, que pese a eso no tiene esa cultura tan arraigada y tiene niveles de posesión de armas en la sociedad civil muy inferiores a la media mundial, debemos trabajar para desprestigiar al héroe armado y violento y reemplazarlo por uno pacifico, abierto al diálogo y solidario", abundó el ministro, y completó: "La promoción de cambios culturales es un trabajo de hormiga, que rinde frutos a largo plazo pero ofrece soluciones de fondo; y requiere de intervenciones tempranas en las que, por medio de la educación, incorporemos en la sociedad modelos culturales a favor de la paz y en contra de la violencia".

miércoles, 2 de mayo de 2012

Una escuela deberá pagarle a la familia de un alumno agredido

infobae.com
02-05-12 | SOCIEDAD

Lo resolvió un juzgado de la ciudad de Rosario, ante la demanda por daños y perjuicios planteada por los padres del menor que resultó lesionado por un compañero. El establecimiento educativo fue condenado a indemnizar a los familiares con 50.000 pesos más los intereses



El fallo fue dictado por el Tribunal Colegiado de Responsabilidad Extracontractual Nº 1 de esa ciudad. El colegio privado condenado está ubicado en la calle Buenos Aires 1290, según un programa radial local.
El episodio de violencia escolar, que llegó hasta la Justicia, involucró a dos chicos de 16 y 17 años.
Según la investigación, el adolescente más grande atacó al otro con una tijera con la que le causó algunas lesiones y cortes.
A partir de lo sufrido por el chico, los familiares de la víctima llevaron adelante una demanda por daños y perjuicios en contra de la escuela. Tras analizar el caso, los jueces consideraron que las autoridades de la escuela"son responsables por la seguridad de toda la comunidad educativa", y por ese motivo la condenaron a pagar 50 mil pesos más intereses.