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viernes, 20 de abril de 2012

El noruego Breivik ideó la masacre tras jugar al "World of Warcraft"

perfil.com
2o-04-2012

El autor de la masacre de Noruega confesó haberse "preparado mentalmente" con videojuegos desde 2006.

El ultraderechista Anders Behring Breivik, procesado por la matanza de 77 personas en Noruega en dos atentados el año pasado, explicó este jueves que se preparó desde 2006 para realizar sus ataques entrenándose con juegos de video. En el cuarto día de audiencias en Oslo, Breivik relató que en 2006, cuando tenía 27 años y volvió a vivir en la casa de su madre, se aisló socialmente pasó a jugar a "World of Warcraft" hasta 16 o 17 horas por día. "Algunos sueñan en dar la vuelta al mundo en un velero, otros sueñan con jugar al golf. Yo soñaba con jugar a 'World of Warcraft'", dijo el extremista de derecha ante el tribunal. Según Breivik, "no es un juego violento", pero fue ese juego el que le permitió "la preparación mental" para la masacre que perpetraría cinco años más tarde. El asesino confeso relató que también jugó bastante "Call of Duty - Modern Warfare", un juego de simulación de tiros. "No me gustaba especialmente este juego, pero está bien para entrenarse", comentó. Desde esa época de los juegos de video, explicó, ya sabía que ejecutaría posteriormente una "operación suicida", pues no pensaba sobrevivir a los ataques del 22 de julio de 2011. Además, dijo, sabía que no quería morir sin haber realizado "el sueño de toda una vida". La idea original, reveló, era realizar el año pasado tres atentados a bomba y posteriormente el tiroteo en Utoeya. "El plan eran tres autos cargados de bombas seguido por el tiroteo", dijo Breivik. Poco más tarde pasó a entrenarse en un club de tiro, y consiguió armas a las que bautizó con nombres inspirados en la mitología nórdica: llamó Gugnir a su fusil y Mjoelner a su pistola Glock. Inclusive llamó Sleipner a su automóvil. "Sabemos que las armas tienen nombres en la mitología noruega, y escogí perpetuar una tradición", dijo. En esta cuarta jornada, sin embargo, Breivik prefirió omitir el tradicional y provocador saludo -con el puño derecho golpeando el pecho y luego el brazo derecho extendido- que tanto sufrimiento había causado en los días anteriores a los familiares de sus víctimas. Si bien el miércoles había optado por guardar silencio sobre sus contactos internacionales o la supuesta existencia del grupo extremista Caballeros Templarios, al que dice pertenecer, este jueves Breivik inclusive sonreía ampliamente al hablar de sus técnicas de tiro y combate. Breivik admitió los hechos pero afirmó que estaba en guerra para proteger a los "noruegos auténticos" contra la "islamización", y por lo tanto no podía declararse culpable. Si fuese considerado como penalmente irresponsable, podría pasar el resto de la vida en un hospital psiquiátrico. Responsabilizado, deberá cumplir una pena de cárcel de 21 años prolongada indefinidamente mientras siga siendo considerado peligroso.

miércoles, 18 de abril de 2012

Un muerto y un herido por tiroteo en un colegio nocturno de Burzaco

ambito.com
Martes 17 de Abril de 2012

Un hombre de 32 años fue asesinado de seis balazos y su tío resultó herido de dos tiros en la cabeza cuando salían de la escuela nocturna a la que concurrían en la localidad de Burzaco, y los investigadores sospechan que se trató de un ajuste de cuentas, informaron fuentes policiales.
El episodio se produjo cerca de las 20:50 de anoche en la puerta de la Escuela número 13 "Benjamín Matienzo", ubicada en la calle Ricardo Rojas 1252 de esa localidad del partido de Almirante Brown, en el sur del conurbano bonaerense.
Según las fuentes policiales, en ese momento salían de la escuela Daniel Oscar Flores (32) y su tío Héctor César Flores (55), quienes asistían allí en el horario nocturno.
Cuando se hallaban parados en la vereda, ambos hombres fueron atacados a balazos por tres delincuentes que se hallaban dentro de un auto Renault Clío que estaba en marcha y estacionado frente a la escuela.
Según los investigadores, siempre por dichos de testigos, los agresores dispararon 18 balazos con pistolas calibre 9 milímetros. "El hombre más joven recibió seis balazos en el cuerpo y uno en la cabeza que le provocó la muerte en forma instantánea", dijo un jefe policial que participa de la pesquisa.
El tío recibió dos disparos, uno en cien del lado derecho, y otro a la altura de la oreja derecha, por lo que su estado en muy crítico y se encuentra internado en el hospital de Almirante Brown con custodia policial.
Una vez consumado el ataque, los delincuentes huyeron a toda velocidad. La principal sospecha de los investigadores es que los Flores fueron atacados en un ajuste de cuentas. Los pesquisas determinaron que el menor de los Flores, quien falleció en el acto, tenía antecedentes por drogas.
Un jefe policial contó que Daniel Flores tenía seis causas penales por narcotráfico siempre en la zona de Claypole y que su última detención había sido en enero de este año.
El episodio generó gran confusión en la escuela ya que era el horario de salida de otros alumnos que quedaron en medio del tiroteo.
Por otra parte, los investigadores secuestraron anoche mismo las grabaciones de dos cámaras de seguridad que tiene la escuela en el hall de entrada para intentar observar cómo se desarrollaron los hechos.
La intervención policial está a cargo de la comisaría 2a.de Almirante Brown, que trabaja bajo las órdenes de la fiscalía 15 de Lomas de Zamora.

martes, 10 de abril de 2012

Bullying, un drama que crece en silencio

lanacion.com/sociedad/educación
Martes 10 de abril de 2012 | Publicado en edición impresa

Violencia en las aulas / Tras el suicidio de un adolescente

Los especialistas en el tema del acoso escolar afirman que debe mejorarse la prevención en el aula y capacitar a los profesores

Por Sebastian Lalaurette |

LA PLATA.- ¿Qué es lo que llevó al pequeño Víctor Feletto a dispararse un tiro en la sien , la semana pasada, en su casa de Temperley? Su abuelo José tuvo una respuesta inmediata. "Lo mató el colegio", dijo, furioso, aún con el dolor en carne viva. Los especialistas, en cambio, no creen que sea tan simple hallar una causa única para la tragedia, pero lo cierto es que José puso sobre la mesa dos cuestiones candentes: el acoso escolar, o bullying , y el suicidio adolescente.
Desde dentro y fuera del sistema educativo bonaerense -aunque el fenómeno, claro está, tiene un alcance nacional- estudiosos del tema consultados por LA NACION señalan que ni el hostigamiento entre niños ni las raíces de lo que puede derivar en un suicidio adolescente son bien detectados en las escuelas, y que hace falta mayor formación en esos temas específicos.
Víctor, de 12 años, se suicidó luego de que la directora de la escuela secundaria donde estudiaba le negó el permiso para dejar de ir a las clases de gimnasia, donde era empujado y golpeado por algunos compañeros. Su abuelo José, dueño del arma con la que el chico se quitó la vida, se quejó amargamente: "Lo obligaban a hacer ejercicio, aunque no quería. Nadie le dio importancia a su problema".
Los expertos coincidieron en que la tragedia de Temperley difícilmente pueda atribuirse a una sola causa, pero también señalaron que estos problemas suelen transcurrir debajo de las narices de padres, docentes y psicólogos, sin que ninguno de ellos los detecte.
La psicóloga Adriana Denegri, docente de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) e integrante del Centro de Orientación Familiar platense de la Dirección General de Cultura y Educación (DGCE) bonaerense, afirmó que "algunos maestros no fijan tanto la mirada en las situaciones" de violencia entre alumnos. "A veces, hay cierto descuido. No de todos los docentes, claro", dijo. "Pero no siempre la escuela es capaz de registrar estos fenómenos, a pesar de que es un buen lugar para registrarlos. Sucede que el chico que lo padece lo silencia. Y como se trata de los alumnos más retraídos, los menos ruidosos y conflictivos, son aquéllos de los que menos se ocupan los docentes y los equipos psicológicos", añadió.
El diputado provincial Walter Martello (CC/ARI) coincidió: "El docente suele no advertir la existencia de estos casos porque el contexto general de violencia estandariza cualquier tipo de situaciones. Y los chicos generalmente no lo denuncian, porque la denuncia retroalimenta el círculo de violencia", dijo.
En febrero de este año, Martello presentó dos proyectos de ley destinados a visibilizar y abordar la problemática del bullying en la provincia de Buenos Aires. Uno de ellos propone realizar una encuesta anual sobre acoso escolar en todas las escuelas, ya que en la actualidad "no hay ningún dato como para poder mensurar el nivel de violencia en las aulas bonaerenses", según el diputado. El otro proyecto busca crear un taller obligatorio para chicos y padres en los dos últimos años de la secundaria, para hablar sobre ese tema.
Ambas iniciativas están ahora en la Comisión de Educación de la Cámara baja, esperando ser evaluadas para su tratamiento. Fuentes de la DGCE dijeron que no se brindarían detalles sobre el caso particular de Víctor "por precaución", debido a que hay una investigación admi­nistrativa en curso.
El hecho de estar alerta para la detección del bullying (término que viene de la palabra en inglés "bull" que significa toro, es decir que se podría traducir como "torear") es crucial.
"Lo primero que hay que hacer es estar atentos, muchas veces los chicos o sus padres denuncian los hechos y no se les da la importancia que se debiera", afirmó por su parte Mariana Kelly, integrante del equipo Bullying Cero del Centro de Investigaciones del Desarrollo Psiconeurológico (Cidep).
Kelly explicó cuál es la actitud que toma el equipo del Cidep cuando recibe una denuncia: "Siempre hay que actuar con cautela y no exponer a los que denuncian los hechos ante sus pares, porque si la situación es cierta, pueden recibir represalias peores y además se corta la confianza depositada en nosotros".

EL EXTREMO

La conclusión visible, terrible y extrema de este problema invisible del acoso escolar a veces es el suicidio. La muerte de Víctor, como la de otros chicos, es el final de un camino recorrido en soledad, lejos de la mirada de los adultos. Así lo dicen especialistas en la problemática del suicidio infantil y juvenil consultados por LA NACION.
"El sistema educativo no está preparado para hacer la lectura de las señales" que da un chico que está considerando suicidarse, dijo el psicólogo y criminólogo Ernesto Páez, autor del libro Suicidio en niños y jóvenes: un encuentro entre salud y educación .
"Un caso como el de Temperley es un hecho de alta complejidad y no cualquier profesional puede atenderlo. Los chicos muchas veces dan señales de lo que se disponen a hacer; el problema es quién las decodifica."
Por ello, Páez insiste en la importancia de capacitar a todos los actores para que puedan detectar las señales tempranamente y así poder trabajar para evitar el desenlace fatal.
Juan José Fernández, especialista en psiquiatría infantojuvenil del hospital Lucio Meléndez de Adrogué, es uno de los médicos que vienen relevando los intentos de suicidio de niños y jóvenes en distintos distritos del Gran Buenos Aires. Y advierte que la falencia también está en el sistema sanitario.
"El peligro es que, si se cura la herida producida por el intento de suicidio, pero no se atiende el porqué, se puede volver a producir, y esta vez con éxito", explicó. Y añadió que sólo el 20% de los pacientes atendidos por tentativa de suicidio pasan al equipo de salud mental para ser correctamente tratados.
"Nosotros llevamos adelante un programa por el que charlamos con todos los actores, especialmente médicos y docentes, para que sepan cómo detectar la ideación suicida de un chico e iniciar la cadena de tratamiento", explicó el médico.

LOS SIGNOS A TENER EN CUENTA

El Centro de Investigaciones del Desarrollo Psiconeurológico-Grupo Cidep ofrece una lista de signos en los chicos para que padres y docentes tengan en cuenta.

Para los padres

No querer asistir a clase
Desarrollar síntomas físicos el domingo a la tarde
Aparecer con golpes y moretones injustificados
Estar irritable, triste y nervioso
Cambiar el carácter
Tener insomnio
Perder objetos o dinero para utilizar en el recreo
No tener ganas de ver a los amigos ni de salir de casa
Comenzar con cefaleas
Sentir dolores abdominales

Para los docentes

Falta con frecuencia
No tiene integración con sus pares
Baja el rendimiento académico
No entrega los deberes y antes lo hacía (quizá se los robaron)

miércoles, 4 de abril de 2012

Se suicidó un alumno de 12 años por acoso escolar

lanación.com/ sociedad/ educación
Bullying / Trágico incidente en Temperley

Así lo denunció su familia; el niño usó un arma de su abuelo


Víctor Feletto, el alumno que tomó la trágica decisión. Foto: Imagen TV

Por Sebastian Lalaurette | LA NACION

LA PLATA.- Un chico de 12 años se suicidó en su casa de la localidad de Temperley, en el partido bonaerense de Lomas de Zamora, y sus familiares denun­ciaron ayer que la decisión pudo deberse a la presión que sentía el adolescente de parte de las autoridades de la escuela secundaria a la que asistía y al maltrato de sus compañeros durante las clases de gimnasia.
La tragedia ocurrió el viernes al mediodía, luego de que Mabel, la madre del niño, fuera a la escuela secundaria N° 371 de Lomas de Zamora, donde estudiaba el peque­ño, para pedir que las autoridades le permitieran no asistir a las clases de educación física, en las que su hijo sufría empujones y golpes de algunos de sus compa­ñeros, un fenómeno de acoso escolar que en el mundo se conoce como bullying .
Víctor Feletto, el alumno fallecido, tomó la drástica decisión tras regresar a su casa de la escuela. Se disparó en la cabeza con una pistola de su abuelo José, que ayer dijo, furioso, que nadie se había ocupado del caso de su nie­to. "¿No hay un equipo psico­lógico en la escuela? ¿Por qué nadie me llamó?", dijo José Feletto en diálogo con LA NACION.
Según el abuelo del niño, las autoridades del colegio se negaron a permitir que el chico obviara las clases de educación física y le advirtieron a su madre que perdería el año si no aprobaba esa materia.
"¿Cómo le van a decir eso? El prefería estudiar: fue abanderado el año pasado, sólo tuvo calificaciones de 9 y 10. Ahora lo obligaban a hacer ejercicio aunque él no quería, porque sus compañeros grandotes jugaban a lo bruto y a él, como es chiquito, lo tiraban al suelo", dijo José.
Según su familia, Víctor tuvo que ir al hospital por los golpes sufridos en dos caídas durante sendas clases de gimna­sia, pero ni la directora ni el profesor de educación física le dieron importancia al tema.
El viernes pasado, luego de que su madre acudiera al colegio para conversar con los directivos del establecimiento, Víctor volvió solo a su casa de Temperley, jugó un rato con su abuela y luego se encerró en su cuarto. La mujer no se dio cuenta de que había tomado el arma que su abuelo tenía guardada en un cajón. Lo supo cuando oyó el disparo. El chico estaba en su cuarto, sentado frente al televisor, muerto.
José Feletto afirmó que al pequeño le gustaba mucho estu­diar, y también ir a pasear al campo, y que tenía varios amigos en el barrio y en la escuela. "Era un señorito, un chico estudioso. Era mi mano derecha. Cómo le van a hacer eso", repetía ayer, desconsolado.
"Ellos son los culpables. Lo mató el colegio", había dicho el abuelo del chico, minutos antes, ante las cámaras de televisión.
Voceros de la Dirección General de Cultura y Educación (DGCE) bo­nae­rense informaron a LA NACION que ayer, cuando se reanu­daron las clases tras el feriado del lunes, la directora de la escuela convocó al equipo distrital de infancia y adolescencia (EDIA) de la Dirección de Psicología de la DGCE y que este equipo trabajó con preceptores y docentes de la secundaria 371 para abordar "la temática de la muerte y su impacto".
El EDIA también trabajó con un grupo de compañeros de Víctor "sobre los sentimientos provoca­dos" por la tragedia y realizó un acompañamiento durante el velatorio y sepelio del chico, cuyo cadáver fue entregado a la familia recién a las 15 de ayer, luego de los análisis de rigor.
No hubo precisiones oficiales sobre si alguna autoridad educa­tiva intervino en el caso de Víctor antes de su trágico desenlace.

ANTECEDENTE EN LA RIOJA
Un antecedente inmediato de bullying en la Argentina ocurrió en abril del año pasado, cuando Carlos Nicolás Agüero, de 17 años, se suicidó en la localidad de Chepes, provincia de La Rioja, debido al hostigamiento que sufría a diario por su presunta homosexualidad de parte de compañeros y vecinos..

Un chico de 12 años, víctima fatal del bullying

CLARIN
03/04/12 - 15:29

Se suicidó con una pistola de su abuelo. Su familia afirma que fue por las burlas y agresiones que sufría en las clases de educación física, a las que había pedido no ir más.

Las clases de educación física se habían convertido en una tortura para Víctor. Algunos de sus compañeros lo habían convertido en el centro de burlas y golpes, por los que una vez terminó en el hospital. No quería ir más. Pidió que se la cambiaran por otra materia. La directora del colegio le advirtió entonces que si no iba, repetiría el año. Esa misma tarde, en la casa de sus abuelos, tomó un arma y se disparó. Tenía 12 años.
Víctor Feletto se convirtió en una víctima fatal del acoso escolar o bullying. “Ellos son los culpables, me lo mató el colegio”, acusó José, su abuelo, destrozado. El chico asistía a la Escuela Media N° 13 de Temperley, en Lomas de Zamora. Temía la llegada de la hora de hacer ejercicio. “Eso era una brutalidad, uno lo empujaba, otro lo tiraba, porque eran chicos más grandes. Y todos hacen la vista gorda, el profesor que estaba y todo, incluso le dijo al nene o a la mamá ‘total, no importa un golpe más, un golpe menos’”, dijo el hombre en diálogo con Canal 26.
Según José, el temor de su nieto no era infundado. Durante una clase lo habían empujado y se golpeó el hombro derecho. Días después lo volvieron a tirar y cayó sobre el izquierdo. “Lo llevaron al hospital de Lomas porque ya era grave, le dolía más que el otro. Le encontramos hematomas”, dijo.
El viernes pasado la mamá del chico lo acompañó al colegio y habló con la directora sobre las agresiones que sufría su hijo. El nene intervino con un pedido: no ir más a las clases de educación física. Según la familia, la directora le advirtió que era una materia más y que debía cursarla, si no perdería el año.
A la salida del colegio, Víctor fue a la casa de sus abuelos, en Ingeniero Mitre al 1.000, también en Temperley. Jugó un poco con su abuela. Ella le prometió que le llevaría la comida al cuarto. “Fue a la cocina y al rato se siente un disparo. Va corriendo y no lo encuentra. El nene había pagado la luz. Se sentó frente al televisor, agarró una 22 y se pegó un tiro”, relató José.
Pese a que fue trasladado al hospital Gandulfo, no pudieron salvarlo.
La pistola era de su abuelo y estaba guardada en un cajón de un viejo mueble. El chico sabía que armas en la casa, reconoció el hombre. “Me sacaron la vida, me sacaron un brazo, me lo mataron”, se lamentó.

El asesino de la universidad estaba harto de las burlas

La masacre en California

La Nación- edición impresa
Miércoles 04 de abril de 2012

Había sido expulsado de la universidad, donde se reían de él por sus dificultades con el inglés

OAKLAND, California.- One L. Goh tenía bronca acumulada. Mientras cursaba enfermería en una pequeña universidad de Oakland, California, su compañeros se burlaban de él por su dificultad para hablar en inglés. Después de unos meses, lo echaron de la institución por mala conducta. Anteayer esa ira explotó de la peor manera: volvió al establecimiento y mató a siete personas, a las que incluso obligó a alinearse contra la pared de un aula para luego fusilarlas.
Ayer, un día después de que esta nueva matanza despertara conmoción en Estados Unidos, se conocieron estremecedores detalles de la escena del horror que tuvo lugar anteayer por la mañana en la Universidad de Oikos.
Según relató del jefe policial del distrito, Howard Jordan, un hombre de origen surcoreano, de 43 años, llegó a la pequeña institución en busca de una empleada del sector administrativo. Como no la encontró, Goh agarró a una secretaria y la llevó a recorrer la universidad "disparando sistemáticamente y al azar a las víctimas''.
"¡Alguien tiene una pistola, corran!", fue el grito de alarma que impulsó a los cerca de 35 alumnos que merodeaban por los pasillos a salir de la universidad.
Sin embargo, la estudiante Debra Lee tardó unos segundos en notar que no se trataba de una broma. Nunca había imaginado que la pequeña universidad Oikos, que predica los "valores cristianos" entre un alumnado mayoritariamente asiático, sería blanco de un episodio de violencia de tal magnitud.
"Mi hermana me llamó mientras corría y me dijo que había recibido un disparo", contó a la prensa local Paul Singh, hermano de Dawinder Kaur, una estudiante de 17 años que recibió un tiro en el brazo durante la salvaje balacera de su ex compañero de clase.
A continuación, Goh, vestido con un uniforme camuflado, entró junto a la secretaria en una clase y pidió a los estudiantes que se formaran en fila contra la pared. Cuando algunos de ellos se negaron a hacerlo, comenzó el tiroteo.
Como consecuencia, la secretaria y seis estudiantes murieron. Cinco de ellos fallecieron en la universidad y los otros dos, en el hospital. Según el diario local Oakland Tribune, las víctimas son seis mujeres y un hombre de entre 20 y 40 años. Otras tres personas resultaron heridas.
"El escenario era extremadamente caótico", recordó Jordan tras su llegada al lugar, después de recibir una llamada de alerta al 911 a las 10.33 de la mañana. "Esta tragedia sin precedente es espeluznante y sin sentido'', agregó.
Después de la masacre, Goh se dirigió a un supermercado cercano a la universidad en donde, según los testigos, se movía tranquilo. Allí, les confesó a los encargados de seguridad que había disparado a un grupo de personas y que quería hablar con la policía. Poco después, fue detenido.
Según Jordan, el hombre cooperó con la policía, pero "no muestra ningún remordimiento" por lo que hizo. El jefe policial precisó que Goh había sido expulsado de la Universidad de Oikos por problemas de conducta y que guardaba rencor contra los administradores del establecimiento y varios compañeros por el modo en que lo habían tratado. Además, tenía deudas por miles de dólares en impuestos y había sufrido dos pérdidas familiares en el último año.
"Se rieron de él. Se burlaron de su falta de habilidad con el inglés -indicó Jordan a la cadena ABC-. Tenemos entendido que era un hombre muy caótico, calculador y decidido, que fue allí con la intención específica de matar gente."

Agencias DPA, AP y ANSA .

Asesino de Oakland disparó por burlas

Milenio on line
2012-04-04

El detenido por el tiroteo del lunes en una universidad de Oakland (California), que dejó siete muertos y tres heridos, estaba molesto con una empleada y con los estudiantes porque se burlaban de él y no lo trataban “con respeto”, informaron ayer fuentes policiales.
El detenido, One Goh, de origen coreano y ex alumno de la universidad, admitió su culpabilidad y vinculó los hechos con el maltrato de una empleada de la universidad, cuyo nombre no ha sido revelado hasta el momento, dijo el jefe de la Policía de Oakland, Howard Jordan.
Jordan añadió que la empleada no se encuentra entre las víctimas.
“Creemos que ninguna de las víctimas eran las personas que se metían con él”, apuntó Jordan, quien dijo que el sospechoso admitió que quería regresar al centro e “infligir dolor”.
Goh, de 43 años, abandonó la universidad en noviembre pasado por causas que no se conocen por ahora.
El detenido dijo a los investigadores que no estaba satisfecho con la clase a la que estaba inscrito y, además, sentía que sus compañeros no lo trataban como a uno más y que en las últimas semanas incluso no le dirigían la palabra y lo ignoraban.
Goh, nacionalizado estadunidense, se entregó una hora después del tiroteo en la universidad, que imparte materias relacionadas con la religión, la música, la enfermería y la medicina asiática, según su página oficial.
La matanza es el peor suceso de este tipo en la bahía de San Francisco desde el asesinato de ocho personas en julio de 1993 en un tiroteo efectuado por un hombre en las oficinas de una firma de abogados antes de suicidarse.

martes, 3 de abril de 2012

Baño de sangre en una universidad estadounidense

eluniversal.com
CARACAS, martes 03 de abril, 2012

Diez personas recibieron disparos en la Oikos University, de las que cinco murieron entre la lluvia de balas y dos poco después, a causa de las heridas. Según los primeros datos, las víctimas son seis mujeres y un hombre de entre 20 y 40 años, informa el diario local Oakland Tribune.


Policías de Oakland vigilan en una calle cercana a la universidad de Oikos. (Efe)

EL UNIVERSAL

martes 3 de abril de 2012 09:19 AM

San Francisco, Estados Unidos.- Se saltó las clases durante meses, hasta que en la mañana del lunes regresó a la universidad privada de Oakland, en California, y organizó un baño de sangre con siete muertos.
Ordenó a sus antiguos compañeros ponerse contra la pared, relató al "San Francisco Chronicle" el veinteañero Paul Singh, reproduciendo lo que su hermana Dawinder le contó entre lágrimas. "Mi hermana me llamó mientras corría y me dijo que le había dado", señaló, informó DPA.
La joven, de 17 años, tiene una herida de bala en el brazo, pero es una de las supervivientes del tiroteo que el jefe de policía de Oakland, Howard Jordan, describió como un crimen "chocante y sin sentido".
Los investigadores barajan los motivos que pudieron llevar a actuar así al autor de los hechos. El hombre, de origen coreano y de 43 años, se presentó una hora después del tiroteo en un centro comercial y dijo a los empleados de un supermercado que había disparado a gente y debía ser detenido, informan medios estadounidenses. Según testigos, estaba tranquilo; casi como anestesiado, opinó una mujer.
Mientras, en la universidad reinaban el pánico y el caos. Las imágenes de televisión mostraban a la gente gritando mientras huía de la pequeña facultad cristiana situada en un barrio industrial de Oakland. Policías antidisturbios ayudaban a los heridos a salir del edificio, algunos de ellos en andas. Para otros, la ayuda llegó demasiado tarde: sus cuerpos fueron depositados en el césped y cubiertos con lonas.
El jefe de policía Jordan contó que la situación era "extremadamente caótica". Los agentes tuvieron que forzar puertas y ventanas para acceder a las víctimas, y muchos estudiantes presa del miedo habían montado barricadas para protegerse. Al principio, no estaba claro si el autor y sus posibles cómplices estaban o no en el edificio.
A la estudiante Debra Lee la alarmó el grito: "alguien tiene una pistola, corran". Primero pensó que era una broma, pero después echó a correr. Y eso que la violencia no encaja precisamente en la imagen de la pequeña universidad Oikos, que predica los "valores cristianos" en su web. Allí, un alumnado mayoritariamente asiático estudia Medicina, Música, Religión y Enfermería.
El pastor Jong Kim, fundador de la institución, dijo al "Oakland Tribune" que el autor del tiroteo había sido un alumno de Enfermería. Sin embargo, no estaba seguro de si la universidad lo había expulsado o si fue él quien abandonó voluntariamente sus estudios. Kim escuchó unos 30 disparos, pero no vio nada. "Me quedé en mi oficina", declaró.
En los últimos años se han producido una y otra vez tiroteos en escuelas y universidades estadounidenses. En la universidad técnica de Blacksburg, en el estado de Virginia, un estudiante mató hace cinco años a 32 alumnos y profesores antes de suicidarse.
Tras el tiroteo de Oakland, la alcaldesa Jean Quan exigió que se cuestione la "disponibilidad de armas". Parece "como si en la última década nos hubiéramos acostumbrado a los asesinatos en masa y sin sentido", señaló.