Lunes 7 de Mayo de 2012
ambito.com
Durante un seminario sobre desarme
El ministro de Justicia y Derechos Humanos, Julio Alak, cuestionó los videojuegos en los que "gana el que más mata" y se preguntó si "es correcto que, mientras alentamos el desarme civil y promovemos el diálogo como herramienta para la resolución pacífica de conflictos, sigamos llenando nuestras jugueterías con pistolas y escopetas de juguete".
Alak lo dijo junto a representantes de los gobiernos del Mercosur y de la sociedad civil, quienes debaten estrategias comunes para "construir una sólida cultura de la paz".
En esos términos se pronunció el funcionario durante la apertura del Seminario Regional "Desarme de la Sociedad Civil: hacia una estrategia integral para la Región", que compartió con sus pares de Seguridad y Educación, Nilda Garré y Alberto Sileoni, y con el titular del Registro Nacional de Armas (RENAR), Matías Molle.
En el encuentro, que se desarrollará hasta el miércoles en el Auditorio del Banco Nación, en Buenos Aires, los representantes del Mercosur y sus estados asociados impulsarán y profundizarán la coordinación de políticas públicas de aliento al desarme civil voluntario, como una estrategia vital para el desarrollo de sociedades pacíficas y más seguras.
En ese orden, el funcionario se preguntó si "es correcto que, mientras desarrollamos políticas integrales destinadas a concientizar a la población sobre el riesgo de la tenencia de armas y promovemos, en cambio, la resolución pacífica de los conflictos, llenemos nuestras jugueterías de pistolas y escopetas de juguete que transmiten la cultura bélica en nuestros hijos desde muy pequeños".
En el mismo sentido, cuestionó la proliferación de "videojuegos en los que se sube de nivel matando personas o monstruos, y en los que gana, en definitiva, el que más mata", al tiempo que instó a "debatir estos temas en foros regionales como éstos para tomar decisiones consensuadas que nos permitan avanzar juntos en esta dirección que nos estamos proponiendo".
Alak consideró que "la idiosincrasia de países como Estados Unidos, cuya Constitución postula el derecho de la sociedad civil a armarse, se ha difundido históricamente a través de las películas y las series y ahora por medio de estos videojuegos, y ha logrado penetrar en algunos sectores de nuestras comunidades".
"En nuestra región, que pese a eso no tiene esa cultura tan arraigada y tiene niveles de posesión de armas en la sociedad civil muy inferiores a la media mundial, debemos trabajar para desprestigiar al héroe armado y violento y reemplazarlo por uno pacifico, abierto al diálogo y solidario", abundó el ministro, y completó: "La promoción de cambios culturales es un trabajo de hormiga, que rinde frutos a largo plazo pero ofrece soluciones de fondo; y requiere de intervenciones tempranas en las que, por medio de la educación, incorporemos en la sociedad modelos culturales a favor de la paz y en contra de la violencia".
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